Directrices para una mediación eficaz
El Secretario General desarrolló la Orientación de las Naciones Unidas para una Mediación Eficaz en respuesta a una solicitud de la Asamblea General (A/RES/65/283). Esta orientación identifica varios elementos fundamentales que deben considerarse en los procesos de mediación: preparación, consentimiento, imparcialidad, inclusividad, apropiación nacional, el derecho internacional y los marcos normativos, coherencia, coordinación y complementariedad del esfuerzo de mediación, y acuerdos de paz de calidad.
Las Naciones Unidas se han basado en su amplia experiencia, así como en los conocimientos especializados de sus socios, para elaborar material de orientación práctica que sirva de apoyo a los agentes de mediación. En particular, el Secretario General elaboró las Directrices de las Naciones Unidas para una mediación eficaz en respuesta a una petición de la Asamblea General (A/RES/65/283).
Estas Directrices están concebidas como un documento de referencia, basado en las experiencias de los Estados Miembros, el sistema de las Naciones Unidas, las organizaciones regionales, subregionales y otras organizaciones internacionales, las organizaciones no gubernamentales, los grupos de mujeres, los líderes religiosos y la comunidad académica, así como los mediadores y los especialistas en mediación.
Elementos fundamentales
En las Directrices se exponen algunos elementos fundamentales que deben tenerse en cuenta en los procesos de mediación:
Foto: ONU-Mujeres/Ryan Brown
Preparación
La preparación entraña la formulación de estrategias para las distintas fases del conflicto, sobre la base de un análisis integral de este y la determinación de quiénes son las partes interesadas, incluido el examen de las iniciativas de mediación anteriores. Una labor de mediación responsable y creíble exige una buena preparación.
Consentimiento
La mediación es un proceso voluntario que requiere el consentimiento de las partes en conflicto para ser eficaz. Sin él, es poco probable que las partes negocien de buena fe o se comprometan con el proceso de mediación.
Foto de la ONU de Violaine Martin
Foto: Isaac Billy/UNMISS
Imparcialidad
La imparcialidad es un elemento clave de la mediación: si se percibe que un proceso de mediación es tendencioso, ello puede afectar a los progresos reales hacia la solución del conflicto. El mediador debe poder llevar un proceso equilibrado en el que se trate a todos los agentes de manera justa y no debe tener ningún interés material en el resultado.
Carácter inclusivo
El carácter inclusivo se refiere a la medida y la manera en que las opiniones y las necesidades de otras partes interesadas, además de las principales partes en conflicto, están representadas en el proceso y en el resultado de un proceso de mediación. Un proceso inclusivo tiene más probabilidades de determinar y abordar las causas fundamentales del conflicto y de incrementar la legitimidad del acuerdo de paz y la implicación nacional en su aplicación.
Foto: ONU-Mujeres/Ganganjit Singh
Foto por Gregorio Cunha/UNMISS
Implicación nacional
La implicación nacional supone que las partes en conflicto y la sociedad en general se comprometan con el proceso de mediación, los acuerdos resultantes y su aplicación. La implicación nacional tiene una importancia crucial, pues son las comunidades quienes más han sufrido los efectos del conflicto, las partes en conflicto quienes deben tomar la decisión de dejar de combatir, y la sociedad en general la que debe trabajar para lograr un futuro de paz.
Derecho internacional y marcos normativos
El que un proceso de mediación se ajuste al derecho y las normas internacionales contribuye a reforzar la legitimidad del proceso y a la durabilidad del proceso de paz. También contribuye a lograr el apoyo internacional para su aplicación. Sin embargo, encontrar el equilibrio entre las exigencias de las partes en conflicto y los marcos jurídicos y normativos puede ser complicado.
Foto ONU/Elma Okic
Foto: OSESGY/Abdel Rahman Alzorgan
Coherencia, coordinación y complementariedad de la mediación
El creciente número de agentes que intervienen en la mediación hacen que la coherencia, la coordinación y la complementariedad de la labor de mediación sean tan esenciales como difíciles de lograr. La coherencia supone enfoques convenidos o coordinados, mientras que la complementariedad se refiere a la necesidad de una clara división de funciones basada en la ventaja comparativa.
Acuerdos de paz de calidad
Los acuerdos de paz deben poner fin a la violencia y proporcionar una plataforma para alcanzar la paz, la justicia, la seguridad y la reconciliación de manera sostenible. En la medida de lo posible, deberían abordar los errores del pasado y crear una visión común para el futuro del país, teniendo en cuenta las diferentes consecuencias para todos los segmentos de la sociedad.
Foto: Esteban Vanegas/Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia