La primera resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre mujeres, paz y seguridad (SCR 1325) se adoptó en octubre de 2000. Es la primera resolución que vincula a las mujeres con la agenda de paz y seguridad y reconoce que los conflictos armados afectan a las mujeres y las niñas de forma diferente que a los hombres y los niños, así como la necesidad de que las mujeres participen de forma activa y efectiva en el establecimiento de la paz, en particular en los procesos de paz y en la consolidación de la paz.
La resolución SCR 1325 consta de cuatro pilares
- El papel de las mujeres en la prevención de conflictos;
- La participación de las mujeres en el establecimiento y la consolidación de la paz;
- La protección de los derechos de las mujeres durante y después de los conflictos; y
- Las necesidades específicas de las mujeres durante la repatriación, el reasentamiento, la rehabilitación, la reintegración y la reconstrucción posterior a un conflicto.
Tras la resolución SCR 1325, el Consejo de Seguridad ha adoptado otras nueve resoluciones sobre MPS, las más recientes en octubre de 2019. A menudo se hace referencia a estas resoluciones divididas en dos categorías.
El primer grupo de resoluciones promueve la participación activa y efectiva de las mujeres en el establecimiento y la consolidación de la paz: SCR 1325 (2000), SCR 1889 (2013), SCR 2122 (2013), SCR 2242 (2015) y SCR 2493 (2019).
El segundo grupo, que comenzó con la adopción de la resolución 1820 en 2008, tiene como objetivo prevenir y abordar la violencia sexual relacionada con los conflictos (VSRC): S/RES/1820 (2008), S/RES/1888 (2009), S/RES/1960 (2010), S/RES/2106 (2013), y S/RES/2467 (2019).
La resolución 1820 (2008) reconoce que la violencia sexual, cuando se utiliza como táctica de guerra, puede constituir una amenaza para la paz y la seguridad internacionales. La violación y otras formas de violencia sexual ya no se consideran una consecuencia inevitable de los conflictos armados y, dependiendo del contexto, pueden constituir un crimen de guerra, un crimen contra la humanidad o un acto de genocidio.